TikTok vuelve a estar en el centro del debate político y empresarial en Estados Unidos. El expresidente Donald Trump lanzó una nueva declaración que generó revuelo: aseguró que existen “compradores muy ricos” interesados en adquirir la aplicación china, en medio de una creciente presión legal que podría dejarla fuera del país antes de fin de año.
Las afirmaciones de Trump no incluyeron nombres propios ni detalles concretos, pero fueron lo suficientemente ruidosas como para instalar nuevamente la discusión sobre el futuro de TikTok en territorio estadounidense. “Van a enterarse pronto de quiénes son”, adelantó el exmandatario, sugiriendo que se trata de actores con “recursos reales y capacidad técnica” para manejar una red social de esa magnitud.
Desde InfoArrecifes.com, seguimos de cerca esta historia, que mezcla geopolítica, tecnología, negocios y elecciones.
Una app que incomoda a Washington
ByteDance, la empresa matriz de TikTok, tiene plazo hasta fin de 2025 para vender su operación en EE.UU., de acuerdo a una ley federal impulsada por la administración de Joe Biden y aprobada en abril. Si no lo hace, la aplicación será prohibida por cuestiones de “seguridad nacional”. El gobierno norteamericano teme que los datos de los usuarios puedan ser compartidos con Beijing, algo que TikTok siempre ha negado públicamente.
Pero las sospechas no son nuevas. Ya en 2020, durante su presidencia, Trump intentó bloquear TikTok por decreto. La Justicia frenó aquella avanzada, pero el tono cambió. Hoy, reconoce que la app es fuente de ingresos para miles de jóvenes y que eliminarla sin ofrecer una alternativa sería “perjudicial”.
TikTok y la influencia más allá del entretenimiento
Lo que empezó como una red de videos virales se transformó en una plataforma omnipresente: desde el activismo político hasta el comercio electrónico, pasando por la música, el periodismo y la educación. Para millones de jóvenes, TikTok ya no es un juego, es un canal de expresión, de trabajo y de identidad.
Ese peso cultural es lo que hace que cualquier decisión sobre su destino tenga impacto directo en el clima social y electoral de Estados Unidos. En un año de elecciones presidenciales, con una sociedad polarizada y un mundo cada vez más conectado, TikTok se volvió un símbolo incómodo, difícil de clasificar.
¿Quiénes estarían dispuestos a comprarla?
Trump no ofreció pruebas, pero en los círculos políticos y financieros resuenan algunos nombres. Entre ellos, Steven Mnuchin, exsecretario del Tesoro, quien ya manifestó interés en liderar un consorcio para adquirir TikTok. También suenan fondos de inversión y alianzas entre empresas tecnológicas estadounidenses.
El problema central no está en el precio, sino en el permiso. Para concretar la venta, ByteDance necesita la aprobación del gobierno chino, especialmente si el paquete incluye el algoritmo que hace única a TikTok. Hasta ahora, Beijing se ha mostrado reacio a autorizar esa transferencia, lo que complica cualquier negociación seria.
Un tablero donde nadie gana fácil
Ni Trump ni Biden tienen una postura libre de costos. Trump se mueve con su estilo habitual: provocador, ambiguo, sin comprometerse del todo. Biden, en cambio, aparece atrapado entre la defensa de la seguridad nacional y el deseo de no enemistarse con una base juvenil que es clave para su reelección.
Mientras tanto, los usuarios —y especialmente los creadores de contenido— viven en una incertidumbre total. ¿Seguirá TikTok disponible en EE.UU. dentro de seis meses? ¿Será vendida a una empresa norteamericana? ¿Podrá sostener su esencia sin el algoritmo que la hizo famosa?
Desde InfoArrecifes.com, te vamos a seguir informando con seriedad sobre cada movimiento de este caso, que está lejos de llegar a su fin.
Redacción de Info Arrecifes del Grupo de Medios Infopba.com