ARRECIFES, BUENOS AIRES – La instalación de bolardos y macetas en las calles céntricas volvió a ser tema de discusión tras un nuevo incidente ocurrido en la intersección de Ricardo Gutiérrez y Moreno, donde un conductor que maniobraba en reversa derribó uno de los macetones recientemente colocados.
Según se observó, la luneta del vehículo dificultó la visión del conductor, que no alcanzó a advertir la presencia del objeto de embellecimiento. El macetón terminó en el piso, sumándose a más de una decena de bolardos ya dañados en distintas circunstancias.
Un proyecto cuestionado
El plan original contemplaba ubicar estos elementos en las veredas, pero, por limitaciones presupuestarias, finalmente fueron instalados sobre los carriles de circulación y estacionamiento. Esta decisión generó críticas por parte de vecinos y automovilistas que consideran que la medida entorpece el tránsito y aumenta los riesgos de accidentes.
Un debate abierto
Mientras algunos vecinos defienden la presencia de bolardos y macetas como parte del embellecimiento urbano y una forma de ordenar el tránsito, otros señalan que la imprudencia o falta de atención de los conductores se combina con un diseño poco práctico, lo que termina en incidentes como el ocurrido en las últimas horas.
Lo cierto es que el mobiliario urbano, pensado para aportar estética y seguridad, sigue siendo protagonista de choques y discusiones en el centro de Arrecifes. Para muchos, el “pobre bolardo” derribado esta vez merecería al menos una “tarjeta amarilla” al conductor responsable.
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